Performance: La inminente ausencia que anuncio

Performers: Carolina Defossé y Macarena García

Dramaturgia: Gianina Covezzi

Buenos Aires, Argentina

"Estos suicidios de seres irracionales tienen un doble registro. El inmediato: la pura anotación del acontecer, y otro, más valioso, que vincula el hecho con lo inaudito. En la web se encuentran miles de testimonios que refuerzan este enigma: ballenas que eligen la asfixia y dejan sus cadáveres enormes varados en las playas; lemmings que abandonan en masa su medio natural para arrojarse al mar y ahogarse; cabras que se lanzan a un precipicio y componen un magma confuso de lana y sangre y hasta perros que recorren cientos de kil+oetros para encontrar la planta que les ocasionará la convulsión final. No hay nada ético en el final abrupto de estos seres, pero quizás haya, sí, algo estético, algo de una belleza tan brutal y extrema que, sin duda, no es escena para ser mirada." (Jorge Consiglio)

Algo de esto. De lo que corre hacia el precipicio porque sí, o porque algo pero algo que no podemos saber.

La comunicación virtual

(Primer acercamiento)

La comunicación virtual transforma el “aquí y ahora” en un “allá y ahora”, en una simultaneidad de acontecimientos en el mismo tiempo pero en diferente espacio. La vida paralela que lleva adelante el resto del mundo que no soy yo; la conciencia de la multiplicidad de acción en un mismo segundo en todo el mundo. Yo y el otro; acá y allá: la referencia se desdibuja, y se vuelve intercambiable: ¿puedo identificarme con el allá que sucede ahora y que me llega virtualmente mediatizado por la tecnología? ¿Llega a afectarme?
 
El espectador es un confesor con el que necesito hablar antes de suicidarme. ¿Por qué elegiría despedirme del mundo hablando con alguien que no está aquí/ahora, sino allá, más allá, pero en un ahora también? ¿Por qué prefiero eso y no el contacto con lo que me rodea inmediatamente?

El cuerpo en la virtualidad se desmaterializa, la inminente ausencia que anuncio no tiene nada que ver con el fin de una presencia corporal, física, cercana... pero sí con un algo de allá que ya no va a tener un ahora.

Sincronía; unificación a través de un tiempo común.

Ayer en la sala de espera me di cuenta que todos los que estábamos ahí ya no estábamos en un mismo lugar. Celulares, iphones, ipads, ipods, cada uno en el lugar que quiere estar La comunión ya no tiene que ver con la comunidad del espacio, sino del encuentro en la virtualidad que coincide.

Investigar sobre la figura de la Confesión.

Es loco pensar el confesionario del suicidio dado que según lei la mayoría de las personas se suicidan sin siquiera dejar una nota. Me imagino que después de acontecido el suicidio, las últimas personas que hablaron con el muerto, recapitulan y se dan cuenta que se estaba despidiendo, pero todo muy críptico, muy poco dicho. Si uno cuenta que se va a suicidar sabe que el plan va a fallar, que lo van a querer detener, incluso arrestar, internar o intentar atajar los bomberos rodeados de cámaras de televisión. Contárselo a alguien vía internet es mejor, imposible que me detenga.

¿Por qué es incuestionable que hay que vivir el mayor tiempo posible y a pesar de todo?

(Reflexiones)

La juventud es el momento de la vida en que uno proyecta, proyecta sin parar en mil imágenes que se contagian la vida que quiere tener. No a la rutina, no al sistema. Vivir como se quiera, rodeado de arte, siempre embarcado en aventuras. Intensidad, no contar el paso del tiempo, explotar la vida, aprovechar esta única oportunidad. Pero, la adultez, sus exigencias, sus presiones... algo va dejando atrás esos deseos, y la inercia empuja hacia la nada. Hacia la vida de la mayor parte de las personas: comer, dormir, trabajar, comer, dormir, trabajar. Algún momento lindo en el cumpleaños de los parientes, un amor que sobrevive, con suerte. Graduación, master, doctorado, jubilación. Noviazgo, matrimonio, paternidad, divorcio. Gimnasio, peluquería, operación. El mundo oprime. Y aunque todos alguna vez juraron no hacerlo, no se juzgue a nadie: pocos están en situación de evadir los mandatos. Por eso, cualquiera podría un día levantarse y pensar: "La vida sin impacto, la vida previsible, la vida empaquetada, no es vida." Y ahí tener la tranquila sensación deque es mejor estarse quieto, que es mejor no salir, que es mejor ser invisible, que es mejor morir.